Toda reivindicación social persigue el objetivo de conseguir un avance; por ejemplo: visibilizar el mensaje ante el político/a objeto de las demandas. ¿Pero qué hacer cuando llegas a esta fase? En los mecanismos de denuncia social este es un momento crucial que suele provocar problemas.
Tristemente, muchas campañas que consiguen el compromiso del sector político con la problemática en cuestión encuentran problemas cuando llega la fase de implementación. Los políticos y legisladores que prometen cambio casi nunca trabajan en los departamentos que ejecutan dicho cambio.
De este modo, como defensores de la campaña es importante tener un plan preparado en caso de éxito. ¿Qué harás cuando obtengas el compromiso del político en cuestión? Es mucho mejor prever este momento para no tener que tomar decisiones precipitadas y erróneas. ¿Trabajarás junto al político para ejecutar los aspectos prácticos del cambio?
Al formar parte de la planificación de campaña, tu grupo de colaboradores podría acordar un postulado tan sencillo como este:
Una vez obtenido el compromiso por parte de la instancia política, acordamos participar de manera muy activa en la implementación de las nuevas medidas y presionaremos para estar incluidos en el grupo de implementación. Continuaremos defendiendo los objetivos de la campaña hasta llegar a cambios internos y externos y ver a las personas favorecidas por estas nuevas medidas y construyendo sus futuros fuera de las calles.
Un plan de éxito es vital para la campaña. Pero recuerda no abandonar nunca la reivindicación hasta que el cambio se ejecute de verdad y llegue a las personas que sobreviven en las calles. ¡No es suficiente con un compromiso de cambio!